La ira de Neptuno


Sólo con una amenaza de castigo así, la gente hace caso... No me imagino cuántas veces se tapó el baño de este ferri, ni me imagino lo que sucedió cuando eso pasó. Lo que sí, es que se me hizo divertida esta forma de prohibir lo que prohibe (utilizando elemento propios de la cultura del país que visitaba). Lo encontré en el ferri que nos llevó de Pireo a Santorini. Más de ocho horas de trayecto, mucho mar y muchas ganas de todo... por eso el cartelito que arranca sonrisas y evita, sobre todo, cochineros.

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De locura