El adiós de los hombres viejos

Nadie sabe si las estupideces de un tipo como Bush eran por su edad o porque definitivamente
era un estúpido irremediable. Con todo, esa fue la cruz de McCain. Sin saber exactamente si su edad fue determinante en el resultado, quedó claro que nadie creyó en que la solución de los problemas de la mayor potencia del mundo pudieran ser resueltos por una forma de pensar anacrónica; nuevos retos, nuevas maneras de encararlos. Esta foto refleja un poco el sentimiento de quienes han dejado en manos de una forma de pensar fresca la conducción de su país. Un Oscar a la gran idea.

Comentarios

  1. Creo firmemente que la edad no tiene nada que ver con su manera de acutar, por lo que concluyo que es un estúpido sin remedio. Lo único que hay que agradecerle es que no haya dejado las cosas peores a como están. Un saludo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

De locura