Andando por el mundo... esto me encontré

Uno busca el mejor sitio para tomarse una foto, el café más popular o el que las guías recomiendan para sentarse, el medio de transporte que nos ayude a interactuar con los ciudadanos locales que se dirigen al mismo sitio o en la misma dirección, las personas con las cuales intercambiar una sonrisa o un par de palabras, quizá un número de teléfono o una dirección; uno busca la tranquilidad en la que los habitantes de ese sito suelen relajarse o todo lo contrario, a donde van a divertirse; uno camina y busca aunque no encuentre, o encuentre sin buscar; uno trata de verse en los ojos de alguien más, quizá otro extranjero, quizá un nativo; uno camina y recorre calles, imaginándose la historia de las mismas y de quienes las habitan; uno come lo que comen ellos, de a dólar o de 40 euros; bebe de sus cervezas para saber si embrutecen igual. Andando por el mundo uno puede encontrarse escenarios, momentos, personas que marquen nuestras vidas, y que nos hagan querer, si no regresar a ese mismo lugar, si seguir buscando. Andando por el mundo encontré esta imagen. En Atenas fue el primer contacto, y se ha replicado en ciudades igual de emblemáticas en la historia del mundo. La he encontrado en todas ellas y la sigo buscando. Es un eterno rompecabezas que espero alcanzar a completar. Al menos ya he podido captar parte de su esencia y descubrir que es parte de la mía. En el camino al lugar que sea, la cámara estará lista para anexar más cachitos y completar la imagen, con un rizo más, con los ojos o la sonrisa completa... por favor, no te muevas. Click. Perfecto. Wall Street de fondo, aunque es lo que menos importa. Click. No te muevas por favor... te has movido... No más fotos. Mis lentes enfocan ya otro objetivo.