El vigilante vigilado

San Antao, Cabo Verde. Una isla paraíso. Naturaleza desde el primer vistazo. Montaña. Llanos. Playa. Riscos. Puerto. Pueblos pintorescos. Gente. En Ponta do Sol, una de las escalas, hay una comunidad de pescadores. Pasamos por ahí justo a la hora en que ellos lidiaban con la marea alta para poder atracar y bajar su carga. Desde arriba, recargado en una barda, estaba este hombre observando el momento. Unos 70 años, con un look que amenazaba a quienes le miraban la espalda. Me gustó.

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De locura