Mirada animal I

En muchos sitios, los animales se han acostumbrado a ver humanos por todos lados. O mejor dicho, a ver humanos invadiendo los territorios originalmente suyos. En la India, por ejemplo, donde su presencia es considerada sagrada, las vacas, los monos y las cabras, no solamente se pasean entre las hordas de turistas, incluso puede decirse que hasta posan para ellos. Nos tocó en algún templo de Nueva Delhi, pero también en Katmandhú, Nepal, con unas cabras. Con monos, cuando pisamos sus territorios en Bali o en la misma India, y algunos en Tailandia. Ahora, cuando los humanos han estado confinados amenazados por el coronavirus, ha sido común verlos en manadas adueñándose de las calles. No me lo imagino porque los he visto, pero no habían sido noticia como ahora: mientras los humanos cuidan sus vidas, ellos gozan las suyas. Pero más que hablar de eso, llevaba tiempo pensando en lo hermosos que son sus ojos. Vamos, muchos animales son bellos en general, pero sus ojos, a diferencia de los de los humanos, no solamente son de diferentes colores, sino de diferentes tamaños y hasta formas. Me puse a buscar en mis archivos de viaje y decidí hacer una galería de ellos: sus ojos, sus miradas, sus rostros y hasta expresiones.
No son tantas como hubiera querido. Pasaron muchos viajes para darme cuenta de lo que me estaba perdiendo al no hacer más retratos con ese objetivo. 
Pero aquí está la primera parte de esta serie. Miradas, ojos, rostros.  



Fuerte Rojo, Nueva Delhi, India

Bhaktapur, Nepal

Leticia, Colombia

Ubud, Indonesia

Jaipur, India

Ranthambore, India

Jaipur, India

Nueva Delhi, India

Islas Galápagos

Guadalajara, Jalisco, México





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De locura