Arte y amor con las manos

Bhaktapur quedó semiestruída por el terremoto del año pasado. Sin embargo, de pie quedan muchas cosas que a cualquier hacen amar esta ciudad medieval de Nepal. Caminarla es fascinante. Hacerlo temprano por la mañana, más. De entre edificios cuyas paredes son soportadas por trabes de madera, es posible ver salir gente a trabajar, niños que van a la escuela o ancianos que salen a tomar los primeros rayos del sol. La ciudad sigue viviendo, aunque algunos de sus habitantes tengan que arriesgar la vida a diario o hayan tenido que "mudarse" a una tienda de campaña a la orillas del casco viejo. Pero despertar con esta ciudad permite ver también la parte que sigue firme, como las tradiciones. Sin entender el mapa, llegamos al callejón de los artesanos, donde descubrimos las imágenes que aquí abajito podrán ver. Es muy bello ver cómo nace un jarrón, cómo las manos gastadas de este anciano moldean el barro; cómo su encorvado cuerpo se mantiene por varios minutos en una posición para darle forma a las vasijas que a unos metros venden las mujeres de la comunidad. Bhaktapur es bella, aunque esté latimada.



















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De locura