Mi Kon-Tiki II

Este post se lo debo al insomnio. La celebración de hoy, aderezada con un café de las selvas chiapanecas, me tiene con el ojo abierto, y sería el segundo día de la semana que me pasa. En lo que recupero las ganas de regresar a dormir, me vine a viajar a tráves de mis recuerdos. Aún con la emoción de la película del domingo, continúo con la selección de fotografías con islas y mares como protagonistas.
Recuerdo en especial una de las travesías. Embarcamos en Pireo rumbo a Santorini. El bajo presupuesto nos hizo ir en la zona general del ferry, donde van todos los mochileros, donde cada pedazo de banca de madera es altamente codiciado, al menos hasta que la espalda comienza a reclamar o el frío del amanecer a calar por el cuerpo. Así fue. Ya para cuando el sol comienza a somarse, es imposible estar echado. Ya casi todos van sentados, lo cual no es tan malo, porque asi es posible admirar el nacimiento del día que, en el caso de este trayecto es sumamente especial: lo digo por los colores, lo digo porque cuando el sol ha terminado de mostrarse, entramos por una especie de estrecho que es lo que marca la cercanía de la más bella de las islas griegas. A la derecha descubrimos una de esas construcciones blancas, sobre la cual se proyectan espectaculares colores. Es la primera probadita del sueño que se está a punto de vivir en la isla. Entonces desparece el dolor de espalda, entonces la incomodidad se convierte en privilegio. Entonces las 8 horas que han pasado desde la salida hasta ese momento, adquieren un valor de boleto de primera clase. Con las fotos de ese despertar comienzo esta entrada, donde salidas y llegadas a distintos puertos es el común denominador.



 Esta imagen da la bienvenida a territorio de Santorini, Grecia.

Esta imagen fue la despedida de Venecia. A bordo del bote-taxi, con la luna y la ciudad pintada por los últimos rayos del sol del día.

 Este pequeño puerto de una ciudad porteña turca, olvidé el nombre, pero no las sensaciones.

 Tras 8 horas de viaje por el Canal de Beagle, regresando a Ushuaia, en la Patagonia argentina.

 La lluvia no permitió salir, pero desde adentro del ferry capturé esta imagen de Estambul, navegando desde el Bósforo.

 Amanecía en Mindelo cuando salimos a Santo Antão, Cabo Verde.

 Atardecer en Mindelo.

Al fondo el destino: Cartagena de Indias, Colombia.

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De locura