Amaos los unos a los otros

Una muestra de que el amor puede encontrarse en cualquier lugar del mundo y en manifestaciones diversas. Llena de regocijo cuando nos permite captarlo con una cámara. Esta serie de fotografías poseen ese común denominador, pese a tener como escenario ciudades tan diversas como lejanas entre sí. Otro elemento que las distingue es que no fueron preparadas (bueno, sólo una, ya verán cuál). Desde los recién casados en Barcelona, primero cuando se tomaban la foto oficial en la Plaza España, hasta su desenfadado paseo por las Ramblas la noche del mismo día, ya fuera de todo protocolo; desde la parejita de marsupiales nadando sin pena frente a los curiosos en el acuario de Lisboa, hasta el par de perritos húngaros que esperaban a su amo afuera del mercado en Budapest; desde el par de ancianos que se ayudan mutuamente a cruzar la calle en Cracovia, hasta la cantante urbana que se hace acompañar de su perrito en el centro de Varsovia para atraer más monedas a su gorro. Capturar el amor en cualquiera de sus manifestaciones —humana, animal, humanaanimal, o como sea— es un deleite. Por eso lo comparto y me disculpo por cualquier atisbo de cursilería que pueda encontrarse en esta entrada de mi blog viajero. Amen pues, que se siente re bonito.

BARCELONA

BARCELONA (la misma pareja de arriba en su primer desaguisado)

OBIDOS, PORTUGAL (Juntas para siempre... qué remedio)

LISBOA (Él habla, ella encanta)

VARSOVIA (Ella canta, él vigila las ganancias)

GALÁPAGOS (Una pestañita bajo la protección materna)

BUDAPEST (El velo compartido)

CRACOVIA (Tu cepillo es mío, mi cepillo es tuyo)

BUDAPEST (La fidelidad no tiene raza)

GALÁPAGOS (El baile de la seducción)

CRACOVIA (En una calle del Barrio judío)

ACUARIO DE LISBOA (Están re bonitos, verdad)

DRESDEN (Amor interracial)

BANDIA, SENEGAL (Un trío sui géneris)

BUDAPEST (Mejor con este, así no me molesta mientras me abraza)

COIMBRA (El autor y la inspiradora)

BUDAPEST (Me tuve que resignar a ser el fotógrafo, ni modo)