Lugares distintos, deseos similares

Nunca antes me había sentido tan cercano con mis amigos que, por diversas circunstancias, ahora viven lejos de su casa. En una ciudad distinta, en un país distinto. Yo vivo a 500 kilómetros de mi ciudad de origen dentro del mismo país, una hora en avión, cinco en coche, y este encierro ha resultado un poco cruel —ni más ni menos cruel que para el resto de la gente, pero cruel: no ver a la familia, no saber si la volveré a ver si no es por algún teléfono, no estar más cerca por si llegara a haber una emergencia, aunque si tuviera que ver con el virus poco podría hacer también. Leo todos los días testimonios de familias que han sido destrozadas. De quienes no pudieron vencer al virus y ni siquiera tuvieron la oportunidad de despedirse de nadie. Quizá ese es el mayor temor. Irme solo o que uno de los míos lo haga. No poder hacer más que apoyar con dinero y con plegarias. Y pienso que si quinientos son en mi caso muchos kilómetros en la circunstancia actual, un océano, una o varias fronteras, deben ser una eternidad para quienes tuvieron que emigrar. También por eso me programo para no pensar tanto en el tema, para estar en contacto con ellos, como ahora quise hacerlo con mis amigos a quienes invité a responder las mismas preguntas que me he hecho a mí mismo durante estos largos días que ya se parecen tanto unos a otros. Cuando pensé en esto, lo hice estando solo en casa. Mónica estaba en Ciudad de México por el fallecimiento de su madre. Estuvimos un mes separados por esa circunstancia. Diario pensaba en ella, en las familias de ambos, y en mis amigos. Ahora estamos juntos de nuevo. Los días son diferentes así. Mejores, sí. Siempre reflejarte en los ojos de alguien más es reconfortante. En el desayuno, en la comida, en la cena. Al despertar, a la hora del relevo en la regadera. Que tus silbidos tengan respuesta, tanto como llamar o ser llamado a la mesa. Echar la güeva. La serie. Las preocupaciones, hasta los silencios. Todo eso es mejor cuando estás con la persona que quieres.

Ahora contesto las preguntas que hice a mis amigos. La foto que ilustra sus testimonios fue a petición de una imagen que les evocara algo especial:


1. ¿En qué lugar me gustaría estar ahora y con quién?

En el comedor de casa de mi madre, con todos mis sobrinos y hermanos. Rellenando un taco con guacamole y viendo a mi mamá sentada en la cabecera de la mesa viéndonos a todos, felices por estar juntos.


2. ¿Cuando esto pase, qué será lo primero que te gustaría hacer y con quién?

Con Moni, tomar el coche e ir manejando esos quinientos kilómetros haciendo escalas para ver a mi sobrinieta que cumplió su primer año de vida en medio de la cuarentena, para comer en algún pueblito, llegar a la gran ciudad y sorprender a mi mamá. 


3. ¿Cuál es la mayor lección que esta situación te ha dejado?

Lo vulnerables que somos, pero también, la importancia de los afectos y de alimentarlos, sin importar la situación que atravesemos en el momento.


4. ¿Cuál es el lugar preferido de tu casa?

El jardín, desde donde es posible dejarse seducir por el canto de los pájaros que viven en los árboles que la rodean.


Estas son las respuestas de mis amigos en el orden en el que fueron llegando.


Christian, mexicano en Dubai

1. En casa de mi madre con mi madre.

2. Me gustaría ir a México con mi esposa. 

3. Que el ego nos tiene ciegos, vulnerables y despellejándonos por tonterías.

4. El estudio.


Andrés, colombiano en Madrid

1. Estoy donde quiero estar y con la persona que quiero, Irene. 

2. Salir de cervezas por las terrazas con Irene y amigxs. 

3. Que el ser humano tiene mucho que cambiar. 

4. El sofá.


Mariano, residente de Buenos Aires

1. En Villa la Angostura (Patagonia Argentina) con mi mujer y mi hija.

2. Reunirme con toda la familia.

3. Somos muy vulnerables, el planeta nos está dando una lección.

4. El living.

- Definición de mi barrio: unido, hay un clima de respeto y solidaridad que ojalá perdure


Edwin, mexicano en Vancouver

1. En una cabaña en las montañas o frente a un lago con esposa, hija y perro.

2. Tener un BBQ/parrillada con toda la familia extendida de mi esposa.

3. Valorar aún más lo que tengo. Salud, casa, trabajo y, sobre todo, mi familia.

4. La sala.


Kerly Troya, ecuatoriana en Chile


2. Pues con mi familia pues valoro cada momento que no estoy con ellos.
3. La mayor lección es aprender a valorar lo que tengo, tiempo, familia, amigos, trabajo.
4. La hamaca en el jardín.

Liz, mexicana en Santiago de Chile

1. Estar con mi esposo e hija pero quizá en Santa Fe (CDMX); me gustó vivir ahí.

2. Un viaje en carretera, parar a comer en un lugar rico, tomar fotos y regresar cuando se esté metiendo el sol.

3. Que estoy con la persona correcta para sobrevivir al fin del mundo... y que la tecnología rules!!

4. Mi sala/terraza bueno, la sala pero conecta con la terraza y me gusta la vista y salir a tomar el aire.


Zitlali, mexicana en Madrid

1. En Sayulita (Nayarit) y con mi gachupín, mailob 😬

2. Salir con mis amigos a tomar algo, reir y bailar hasta el amanecer. 

3. No caer en pánico ante cualquier situación, que la paciencia es la ciencia de la Paz (sobre todo interior) y que en cualquier momento los planes pueden cambiar.  Que el famoso: “aquí y ahora” es la neta del planeta!

4. El sillón de la casa con la cobijita tejida en  la otra casa (Méx.) Definitivamente mi lugar favorito para leer. 


Alejandro. mexicano en Bilbao, España


1. Me gustaría estar en la Nochebuena de 1984, con toda mi familia asando tamales en una gran fogata.

2. Lo primero será ir a andar por la playa con mi mujer, cansarnos de tanto sol y tirarnos a hacer surcos de arena con los pies para que los borren las olas.

3. Que si no tienes salud, no tienes nada, pero nada nada. Y que escatimar en el espacio habitacional no es nunca una buena idea, hay que tener la casa habitable, con terraza, jardín, balcón, cocina equipada y habitaciones cómodas. Tener una casa micromirruña es como ser un tacaño con uno mismo, o tener los dientes podridos por no querer gastar en dentista. Así como ir mal vestido es equiparable a tener malos modales, vivir en una caja es no haber madurado lo suficiente todavía.

4. El balcón.


Tomás, bonaerense en Madrid

1. Me gustaría estar en alguna casa rural o en la playa. Con mi novia (ahora mismo estoy con ella en la cuarentena en Madrid).

2. Tomarme unas vacaciones y viajar. También poder salir a un bar a tomar algo y pasear por Madrid. Y hacer deportes, por supuesto.

3. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. La vida y el mundo son imprevisibles y cuando postergas demasiado las cosas luego puede ser tarde.

4. Me gusta estar en la habitación de trabajo, donde tengo el escritorio. Tiene buena luz natural y tranquilidad.


Dejanira, tapatía en Nueva York

1, y 2. Ir a México comprar puros, compartirlos un domingo por la tarde con mi mamá y un sábado por la mañana en Aguascalientes leyendo y escuchando música clásica al atardecer.

3. La vida es un gran cisne negro. 

4. Mi recámara, rincón perfecto para volar y soñar.


Charlyn Corral, mexicana en Madrid

1. Me gustaría estar en México con mis papás y mi hermano. 

2. Me gustaría salir a comer con mis amigos mexicanos en Madrid.

3. He aprendido a valorar más las cosas realmente importantes, como la familia, la salud y la vida en general.

4. Me gusta la sala.


Alexandra, venezolana en Miami

1. Me gustaría estar en familia, con con mi hijo y nieta en un lugar paradisiaco, es decir al aire libre disfrutando de la naturaleza.

2. Me gustaría compartir con la familia , hijo y nieta y personas queridas. Al aire libre, en casa o donde sea.

3. Me ha confirmado que no hay nada más preciado que la familia y las personas queridas. Un abrazo, compartir y un beso valen más que mil palabras.

4. La sala y el cuarto.


Geisha, de Caracas, Venezuela, en Orlando

1. Me gustaría estar con mis padres , cuidarlos y abrazarlos.

2. Ir a la playa, con mi esposa

3. Que todos somos iguales 

4. Mi cuarto

Samantha, mexicana en Ottawa, Canadá



1. Me gustaría estar con mi familia, mis padres, mi hermanos, mis hijos y pareja (ja ja, que no tengo). ¿En dónde?, en México, en Puerto Vallarta, en la playa.
2. Cuando pase la cuarentena, voy a correr a ver a mis padres y a mi hermano (mi familia)

3. La mayor lección que esto me ha dejado es ver lo vulnerable que somos, que no importa el estatus social, la educación que tengas, las cosas materiales etc, todo en cualquier minuto cambia y, lo más importante, a veces, lo tenemos en casa y cerca de nosotros... la lección es ver que no se necesita de tanto para ser feliz. Lo material no es necesario.

4. Mi parte preferida de mi casa, es mi recámara y el patio de atrás (al cual aún no podemos salir por el frío).


Andrea, Chilanga en CDMX


1. En casa de mis padres con toda la familia, echando unas enchiladas verdes. 2. Luego de abrazar a mi mamá, irme por unos mezcales con mis amigos. 3. Uy. Que cada uno, a nuestra manera, enfrentamos batallas diarias e igual de importantes; pero que, como sea, aunque suene a cliché: lo más importante es tener salud y a la familia. 4. Mi casa es muy pequeña, pero el pasillo de entrada me gusta estéticamente y estoy mucho en la sala; sin embargo, mi cuarto es mi preferido.


Manami, residente de Tokio


1. Con mi cariño en el parque 2. Ir a beber con mis amigos 3. Tengo que agradecer lo que hacía como algo normal 4. En un cuarto de ejercicio donde viene el sol por la mañana


Pitchamai, de Bangkok, Tailandia, residente en Strängnäs, Suecia


1. Me gustaría estar con mi familia en Tailandia, sentada en la playa y bebiendo agua de coco fresca.
2. Reservaré un boleto de avión para mi mamá, para que vea a mi hija. Hablamos todos los días en videoconferencia. Mi mamá está triste por no poder ver a su nieta durante el confinamiento y, por supuesto, la llevaré con sus abuelos. Extrañamos los abrazos cariñosos.
3. La certeza es la incertidumbre. Tener un fondo de emergencia es una de las cosas más importantes que debemos hacer. Y soy feliz por haberlo hecho.
4. La cocina.

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De locura