Los dragones guardianes

El primer reto al llegar hasta aquí, fue recuperar el aire lo más rápido posible, estabilizar el pulso y disparar cuantas veces fuera necesario para captar la mejor toma de un escenario único. Subí y subí. Sudé y sudé. La Muralla China requiere de mucha voluntad combinada con una condición física decente para poder apreciar su magnificencia. No nada más se trata de subir escaleras. Se trata de gozar subirlas. Detenerse, mirar alrededor. No contagiarse del cansancio del de enfrente. Incluso, animar al que viene detrás. Siempre valdrá la pena retar aún más al cuerpo. Las sorpresas son mayores cuando más lejos llegas. Así conseguí esta imagen. Hora y media después de iniciar el recorrido en la zona de Yanqing, después de entrar a varias torres y con muy poca agua en la reserva, decidí descansar justo en una de las zonas más empinadas del recorrido. Al voltear, esto fue lo que descubrí. Tiré tantas veces como fue posible. Aquí la mejor de las tomas de esa tarde de abril de 2008. 
  

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De locura