Obidos, un viaje al pasado



La idea era llegar esa noche a Coimbra, luego de la visita relámpago a Sintra, tras casi una semana en Lisboa. Cuando manejo en un país distinto, trato de hacerlo a una velocidad menor a la que suelo hacerlo en México. Sea de noche o sea de día. Para ese recorrido la noche ya no había atrapado. A hora y media de haber salido de Sintra, apareció en el panorama una intensa luz amarilla en el cielo ya oscurecido. De inicio creímos que se trataba de un aeropuerto, una zona industrial o algo similar. Poco metros adelante un anuncio indicaba la salida a Obidos en la dirección de donde emanaba el reflejo. La tomamos. En poco tiempo ya estábamos frente a una imponente muralla, la misma cuyas puertas conectaban con la pequeña ciudad colonial que lleva ese nombre. Era casi media noche, de una medianoche iluminaba de amarillo y aderezada con ese sabor a pasado que hace olvidar cualquier tipo de cansancio. 

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De locura