A donde sea, el chiste es seguir viajando

Se fue un año rico en viajes. Desde lugares nunca imaginados, hasta aquellos a los que fui tras una larga planeación; desde aquellos que pude pisar de nueva cuenta, hasta aquellos donde tuve que recluirme en un hotel por obligación; desde aquellos llenos de glamour, hasta playas vírgenes donde no hubo límites a ningún deseo. Se fue 2010 y aunque esta ocasión diversas circunstancias me impidieron tomar un avión y largarme, no me impidieron arrancar mi auto y hacer lo mismo. El destino fue Tamiahua, Veracruz, un lugar de playas vírgenes conocido también como la capital del marisco. Y sí, se come muy bien aunque, dicen algunos pobladores, lo del mote es puro mito, pues el 70 por ciento de los mariscos vienen de Tampico, pero no importa, está cerquita. Es una pequeña población al norte del estado de Veracruz, que tiene la gran bendición de poseer bellas playas y una increíble laguna como parte de su patrimonio. Ideal para quienes buscan salir de las cosas complicadas y retomar un poco lo básico de la vida. Lugar donde la única gran diversión la noche del 31 de diciembre es quemar cohetes como locos, quemar también monos de trapo que simbolizan el año viejo y beber, beber, beber, para al otro día, curarsela con un buen Vuelve a la Vida. En fin, lo que sea, aquí comparto algunas de las imágenes capturadas en este viaje de año viejo/año nuevo, necesario para no perder mi ritual personal de viajar para darle la bienvenida a otro año viajero, en espera de que pronto podamos emprender un nuevo viaje camino a algún lugar.






En el pueblo de Huachinango, Puebla, camino a Tamiahua, nos detuvimos a comer en una mercadillo de comida típica. Ya satisfecho demi pancita, me puse a husmear entre los puestos que adornaban la calle, y ahí, en uno de juguetes de madera, me encontré a este señor como preguntándose para que servía o cómo funcionada esa especie de sonaja roja, y empezó a jugar con ella, como un pequeño...bueno, al fin y al cabo, es bien cierto eso de que cuando estamos en la última curva de la edad, volvemos a ser como niños. Este es el mejor ejemplo.




Hay distintas maneras de despedir un año, en esta casa en Tamiahua, los viejitos lo despedían viendo televisión. Dejaron la puerta entreabierta, como aún se hace en algunos pueblos de México, por fortuna, y me colé para retratar a esta pareja de viejitos clavados en la TV... no se si la veían o ya estaban arrullándose.



Para aprender a chupar en Tamiahua..




La Palapa del Amor, el único lugar que el día 31 estaba abierto para atender a los visitantes. Buena comida, y buena manera de ser recibidos en una playa virgen. Y pos ni modo, a hacerle honor al nombre. Ah malditos mariscos!!



Una buena combinación se iluminación, construcción, naturaleza y cadencia femenina.





Primero, me entristecí por uno de ellos, porque a la distancia, parecía que era cojo. Luego, tras observarlos varios minutos, me dí cuenta que estar parados sobre una de sus patas era una especie de ritual de seducción o de descanso, porque al ratito lo dos se pusieron igual. Y así estuvieron casi sin moverse, sólo volteando la cabeza y brincando cuando una ola grande los obligaba. Gran show de la naturaleza. Disculpen la poca definición, pero utilice el zoom óptico.



Ella es tita, y ahí iba sobre el moderno puente que conecta Tamiahua con Cabo Rojo.



En Tuxpan, Mr Piñatas a venderlas al mercado.








El 31 de diciembre la neblina inundó Tamiahua y Cabo Rojo. No podía verse nada más allá de 20 metros. Todo se convirtió en siluetas, sin definición. Era una representación londinense en Veracruz. Corrí del pueblo a la playa durante una hora, luego, nos fuimos a ver si cachábamos un poco de sol y aunque se sentía, no se veía... Y así estuvo hasta pasadas las 3 de la tarde, pero eso sí, cuando la neblina se dispersó, nos regaló un maravilloso día... pero antes, a mi me regaló estas fotos que no necesitaron ningún retoque. Increíbles.



Un norte hizo que el primer día del 2011 fuera frío en Veracruz, y sus secuelas se sintieron hasta el día siguiente, cuando de nuevo fuimos a la playa aprovechando que el sol había reaparecido. Sin embargo, no alcanzaba a calentar debido a los fuertes vientos que aún soplaban, provocando que sobre la playa se formaran figuras caprichosas, a unas de las cuales intenté darles mayor dramatismo con este retoque en ps. Las líneas que se aprecian sobre la arena es arena misma que es arrastrada hacía el mar.

Comentarios

  1. Hola

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