Oh la la!!!!

Lo peor de viajar es tener que regresar. No hay dolor más grande que ver cómo la ciudad, pueblo o ranchería donde uno ha estado, se aleja a través de la ventanilla del tren, avión o auto. Viajar es tanto como soñar: de repente uno quiere quedarse perdido en el sueño deseando que las horas se alarguen hasta completar la historia que se está viviendo. Cada viaje es una historia. Con sus propios protagonistas, escenarios, sabores, aromas, luces, colores. Ninguno se parece al otro, aunque la ciudad sea la misma. Por eso regresar duele. Cuando uno empaca, empaca con la ropa sucia y los regalos, el coraje por no poder perpetuar ese estado de tranquilidad en el que uno se sumerge desde el momento en que recibe el pase de abordar, el pasabordo, el boarding pass. AL final, queda todo lo que uno alcanza a meterse de cada sitio a través de cada uno de nuestros sentidos. Lo que olimos, vimos, sentimos, saboreamos, escuchamos. Y gracias a la tecnología, quedan también las fotografías para documentar la visita. Aquí presento ahora mis distintos ángulos de uno de los símbolos más famosos de la tierra, vestida de diferentes manera para celebrar el inicio de una nueva década. La verdad, me dejó embelesado pese a haber sido la tercera vez que estoy a sus pies, pero la primera en una fecha tan significativa. Merci.























Torre Eiffel: Encanta desde cualquier ángulo. Cuando su punta se pierde entre la densa niebla, cuando a sus pies hay cientos de personas que quieren subirla, cuando se apaga y sólo se ve la fría estructura metálica, cuando desde la rueda de la fortuna se ve flanqueada por el Sena, cuando se le ve a través de la ventanilla del auto o del barquito turístico, cuando se ven cientos de reproducciones suyas apiladas esperando un comprador, cuando se ilumina de colores para recibir el año nuevo, cuando se está debajo de ella o en uno de sus pisos, cuando se camina alrededor suyo embriagado por la compañía y un poco de champagne barata, cuando sale en foco o fuera de foco en una de las docenas de fotos que se le toman, cuando se aleja uno de ella porque se acabó el día o se acabó el viaje.